Cañonero de la bala y la paz


EL CAÑONERO DE LA BALA Y LA PAZ

( Salomón Ibarra Mayorga)

Todos los tiempos tienen intolerancias. Todos los tiempos hay intelectuales y los que resuelven a trompón y patada, las divergencias y discrepancias de la vida política, social y económica del país. No exime los tiempos a la intolerancia religiosa y tampoco “la intolerancia académica” y la into0lerancia moderna de las ONGs y Sociedad Civil organizada en fundaciones y Asociaciones

Un ejemplo de todo esto, es el autor del Himno de Nicaragua, actual y aunque refiere en su letra “ya no ruge la voz del cañón” su antecedente de vida era “ruja la voz del cañón” y por eso enarboló el arma, por eso quisieron eliminarlo fisicamente y por eso debió escoger entre vivir más de 90 años o morir en sus años mozos.

La vida de Salomón Ibarra Mayorga, es vista por algunos como “crisol de virtudes ciudadanas”, que discurrió entre las letras y los números, así como en las distintas actividades patrióticas, sociales y culturales del país, pero pocos mencionan que también los fusiles y la escogencia de las armas, como única forma de desbancar al conservatismo

. A los 24 años dirigía el diario «El Tiempo» único periódico liberal que se publicaba entonces y combatía con sus escritos al régimen del general don Juan José Estrada (1910-1911). Eran tiempos difíciles y de ambición norteamericana y apoyo a los que estaban dispuestos a entregar Nicaragua y uno de ellos pactó en el espino negro, años después, Adolfo Diaz, que antes combatió Salomón Ibarra Mayorga

El 4 de mayo de 1911 cayó herido, víctima de “un atentado terrorista”.Los pleitos entre liberales y conservadores estaban en lo fino y hablar de “terrorismo” era raro, no así los sucesos que lo justificaban, muertes, crímenes, exaltaciones a la invasión gringa y otros, que eran realmente actos terroristas, justificado por “lucha de ideas” que terminaban con la desaparición de un ser humano y el triunfo de otro que hasta gustaba orar por el resultado de su éxito

Según Ibarra Mayorga el autor intelectual de intentar matarlo fue el general Carlos Pasos. En 1912, dejando la pluma por el rifle, se incorporó a la Revolución Liberal Constitucionalista en la lucha contra el Gobierno de Adolfo Díaz y la intervención extranjera.

Como consecuencia, tuvo que emigrar y se asiló en la República de Honduras. Era época de morir con las botas puestas ante la superioridad norteamericana o de tomar aires y volver en otro momento, disyuntiva que dejaba una frontera entre ser patrióta ó ciudadano, sin aspirar a ser mártir ni héroe, pero opuesto al statu quo impuesto por ñps gringos a una parte de la clase política nacional.

En 1918, a la edad de 31 años, ganó el concurso para la letra del Himno Nacional, con el seudónimo de «Rómulo». Durante 15 años fue Gerente de la «Singer Sewing Machine Company» en Managua, Tegucigalpa, San Pedro Sula, Santa Ana y San Salvador.

Es curioso, “ya no rugió la voz del cañón para él, decidió luchar con la pluma y finalmente hacer las paces mediante un llamado del Presidente doctor Juan Bautista Sacasa se le confió el puesto de Vice Gerente de la Caja Nacional de Crédito Popular (1935-1946), y dejó de escribir del régimen

Posterior en el Banco Hipotecario de Nicaragua. También fue secretario de la Junta Local de Asistencia Social de Managua, Presidente varias veces de la Asociación de Escritores y Artista Americanos, sección de Nicaragua, Presidente del Instituto Cultural Nicaragüense-Israelí, Presidente del Club Rotario de Managua y Gobernador del Distrito 424 de Rotary Internacional, que comprende a Centroamérica, Panamá y Belice. Ya no empuñaba el rifle, “ya no rugía el cañón” y ganaba sus honorarios en esos cargos públicos , políticos y de academias

Además de ser autor de la letra del Himno Nacional, lo es también del Himno al Aviador Nicaragüense, Himno a Bolívar, Himno al Maestro, Himno a don Miguel Ramírez Goyena, Himno Escolar Nicaragüense y otros cantos, con la particularidad de que muchos de éstos fueron escritos para una música previamente compuesta por el Profesor Luis A. Delgadillo. En 1949 don Salomón Ibarra Mayorga ganó el premio nacional Rubén Darío y el de la Federación Sindical de Maestros de Nicaragua.

En mayo de 1955 publicó una «Monografía del Himno Nacional», con los auspicios del Ministro de Relaciones Exteriores (durante el gobierno del Gral. Somoza García), es una obra de gran interés, aunque su contenido poca población asumió interés en conocerle, debido que eran los tiempos del inició de la dictadura y Salomón ya estaba fuera del ímpetu de los años de escritor del Himno Nacional, ya estaba acomodado a los tiempos y era un año antes del ajusticiamiento del tirano por el también poeta Rigoberto López Pérez

Después del terremoto de Diciembre de 1972 trasladó su domicilio a Honduras, donde falleció el 2 de octubre de 1985, a la edad de noventa y ocho años. Sus restos fueron repatriados el 12 de Septiembre del año 2000, y descansan en el Salón de los Símbolos Patrios en el Palacio de la Cultura.

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