Del cielo bajaba la muerte para el pueblo


LA SALIDA DEl DICTADOR SOMOZA DEBAYLE EL 17 DE JULIO DE 1979 (UNA VERSION DE SU PILOTO)                                                                 


Hay muchas versiones sobre los últimos momentos de el dictador Anastasio Somoza Debayle en el país, cuando huyo de Nicaragua e intentó sobrevivir políticamente por medio de delegar el poder presidencial a  Francisco Urcuyo Maliaños.

La versión desde el FSLN, la única es la divulgada por el entonces jefe militar guerrillero Humberto Ortega y su comunicación radial con el General Mejía

Hay muchos aspectos que existen desde la perspectiva que cada uno de los involucrados en ese momento tenía, desde la acera del casi derrocado régimen somocista o desde la del triunfante pueblo de Nicaragua y FSLN como tál

 Esta historia fue comparada entre los amigos y autoridades con la que compartió Abel Toledo su versión y con salvos detalles, lo esencial esta aquí
Ahora le damos a conocer el relato del piloto Abel Calero Hislop ya fallecido y cuyo testimonio era difundido por sus amigos y ex -oficiales de la extinta guardia somocista en Estados Unidos.  

Toledo Hislop murió el  3 de Marzo 2011 en Miami . Un piloto experto especializado en helicópteros. El piloto personal del dictador y ultimo de la dinastía somocista Gral. Anastasio Somoza Debayle

Toledo Hislop  transportó de La Loma de Tiscapa al aeropuerto Las Mercedes la madrugada del 17 de Julio de 1979, último vuelo de Somoza en Nicaragua al huir del país.

 El Capitán. Abel Toledo Hislop fue  conocido en Miami  y ahí ,encionaba su versión de los últimos momentos de Somoza Debayle en Nicaragua  y esta debe incorporarse para aportar a construir bien estos hechos


Es  una narración que hizo de su participación como piloto del Dictador . Somoza, cuando éste salió por última vez de La Loma de Tiscapa..
Su versión expresa “Como piloto del helicóptero presidencial, recibí órdenes de llevar la nave a las alturas de la Loma de Tiscapa, poco antes de las dos de la madrugada del 17 de Julio de 1979.”

Movía sus ojos con celeridad y decía “ como a las tres de la mañana, el personal de Casa Presidencial llevó al helicóptero varias piezas de equipaje. A las cuatro de la mañana el Gral. Somoza y seis acompañantes abordaron el helicóptero”.
 Historiaba “Acompañaban al dictador Anastasio Somoza Debayle seis personas aquella madrugada del 17 de Julio: su hermano el Gral. José R. Somoza, Inspector General del Ejército; el Gral. G.N. Samuel Genie Amaya, ex Jefe de la Oficina de Seguridad Nacional  y entonces Ministro de Hacienda y Crédito Público , su esposa la Gral. G.N. Ida Ow de Genie, del Cuerpo Médico G.N”.
 Memoraba que “otros que huyeron con el dictador fueron  el General. Rafael Adonis Porras Largaespada, primer ayudante del Presidente y su esposa, la “maitra” María Elena de Porras, Ministra de Educación Pública; y el Coronel. GN , Pedro Joaquín Sánchez (“Piquín”), piloto del Learjet ejecutivo del Gral. Somoza.
 Sostuvo que “ por orientación del gobierno de Estados Unidos, a diferencia del General José Santos Zelaya no eran tiempos de “nota Nocxk” los siete personajes salían y huían, junto con un centenar leales a la dictadura criminal de Somoza que ya estaban en el aeropuerto”.
  Así comenzó el éxodo de nicaragüenses que huían, no asumían la responsabilidad de genocidio somocista, bombardeos de ciudades como Chinandega, Matagalpa,. Estelí, León y Managua, sin olvidar Masaya y el Coyotepe cuando el repliegue a Masaya a finales de Junio de 1979,

El Capitán , Abel Toledo Hislop, comandante de la unidad de helicópteros de la Guardia Nacional y piloto del dictador Somoza Debayle desde 1971.  Gustaba describir su experiencia en la madrugada del 17 de Julio de 1979:
Indico siempre que “volé el helicóptero de mi base en la Escuela de Entrenamiento Básico de Infantería de la Guardia Nacional, EEBI, hacia lo alto de la Loma de Tiscapa y aterricé en la plazoleta frente a las ruinas de la Casa Presidencial destruida por el terremoto de 1972.  Era un excelente helicóptero S-58-T Sikorsky de dos turbinas”.

 Insistía en que “faltaban unos minutos para las 2 de la madrugada».Abordaron el helicóptero el Gral. Somoza y las personas, que ya mencioné. El General Somoza me dio instrucciones para llevarles directamente al Aeropuerto Las Mercedes”.

Precisaba en sus historias a sus amigos sobre estos hechos “el plan de vuelo que diseñé --por razones de seguridad-- consistió en volar de la Loma de Tiscapa directamente hacia el lago Xolotlán, me interné como dos millas sobre el agua y viré hacia el Este hasta la altura del Aeropuerto, doblé hacia el Sur y aterricé en la pista del aeropuerto, donde estaban cuatro aviones de pasajeros y el avión presidencial ejecutivo LearJet”.

  Agrego siempre que “el vuelo no duró más de diez minutos. El General Somoza se despidió de mi, de mi copiloto el Tnte. Hunter y del ingeniero de vuelo, Pineda, a quien llamábamos "Pepe Grillo". Era un oficial igual al personaje de Pinocho, era la conciencia nuestra en los vuelos”

  Movía su cabeza rítmicamente a los lados y afirmaba que “éramos los tres de la tripulación. Nos abrazó y nos dijo que tuviéramos fe, porque vendría ayuda de Estados Unidos, una vez que él se fuera. Yo le respondí que no creía que llegara ninguna ayuda, y le deseamos buen viaje. Acto seguido se subió rápidamente a su LearJet que le esperaba”.

Tocándose la punta de la nariz mencionaba que “comprendiendo el significado de lo que estábamos viviendo, en la terminal de Fuerza Aérea en el aeropuerto llené de combustible el helicóptero a su máxima capacidad, y por la misma ruta regresé a mi base en la EEBI»”.
Bajando el tono de la voz, su versión mantenía que “en la EEBI los oficiales y clases hacían comentarios y había inquietud en los soldados. Se rumoraba que --al salir el Gral. Somoza-- llegarían armas y municiones de la Zona del Canal de Panamá, pero el General había salido hacía algunas horas y la rumorada ayuda no llegaba”.

 Llevando las manos a la cabeza proseguía “las familias de los mecánicos y tripulación de los helicópteros comenzaron a llegar buscando la protección de la base militar. De pronto surgió la idea de poner a salvo a las familias de los soldados”.
 Recordaba siempre  que “como a las once de la mañana llegó el General Federico Mejía González, que había sido nombrado Jefe Director de la Guardia Nacional, y me dijo que necesitaba transporte a Honduras para cumplir “una misión”.

 No dudo nunca en mencionar qie “esto me hizo confirmar que no llegarían armas ni municiones de Panamá ni de ninguna parte. Yo estaba bien informado de los acontecimientos de ese día. Le dije al General. Mejía González que primero iba a llevar a esos soldados y sus familias al aeropuerto y después regresaría a llevarle a Honduras”.

Su formación militar nunca la olvidó y asi abordaba su plática con El General Mejía  “esteaccedió. Pero yo sabía que todo había terminado y que todos buscarían cómo ser transportados fuera de Nicaragua. Primero con cierta discreción, pero después sería una abierta avalancha”.
-Recostaba su espalda en la silla y explicaba “subí al helicóptero un total de 33 pasajeros, más nosotros tres de la tripulación, sumábamos 36 personas a bordo, la mayoría familiares de los soldados y algunos soldados y oficiales de la EEBI que portaban sus armas de reglamento”.

 Rascaba su  oreja y mencionaba “encendí las turbinas y despegamos rumbo al Norte para internarnos sobre el lago Xolotlán. Ascendí a 10 mil pies de altura y volamos sobre San Francisco del Carnicero, Estelí y Somoto. Cuando volábamos sobre Somoto les dije: "Véanlo bien, es lo último que talvez veremos de Nicaragua".
 Conocedor del transporte áereo, describia qie “el aparato tenía capacidad para 12 pasajeros; pero íbamos 36, más el peso de los tanques llenos de combustible».Estábamos casi sobre la frontera, cuando escuchamos en la radio de la Fuerza Aérea que se ordenaba perseguir y derribar a un helicóptero que no llevaba Plan de Vuelo, pero no pasó nada.ya estábamos sobre territorio hondureño”.

 Bajaba la cabeza y proseguía “me comuniqué con la torre de control de Toncontín y el operador reaccionó incrédulo y asustado cuando le dije que 36 nicaragüenses pedíamos asilo político. Llamó a su jefe, un coronel de apellido Torres y no podía creer que estuviésemos pidiendo asilo. Nos autorizó aterrizar en medio de un fuerte grupo de soldados hondureños bien armados”.


 Esos momentos les hizo siempre énfasis y expresaba “Torres nos interrogó y nos expresó sus sospechas de que éramos desertores. "Ya verá llegar más helicópteros y aviones dentro de algunos momentos", le dije, "nosotros fuimos los primeros en salir, después del General Somoza".

 Rememoró siempre que “por unos minutos todo el grupo estuvo nervioso de ser catalogados como desertores, pero de pronto, antes de media hora, comenzaron a aterrizar bimotores de carga y pasajeros DC-3 y C-47, Curtis, cuatrimotores DC-6, helicópteros, avionetas y hasta aviones fumigadores, todos sobrecargados de pasajeros”.


Agregaba que “en una avioneta aterrizó en Toncontín el General. Mejía González y solicitó asilo».Yo llevaba mi pasaporte con visa norteamericana. Esa noche del 17 de Julio dormí en la covacha de la Fuerza Aérea de Honduras, donde oficiales pilotos que habían sido compañeros míos en cursos de entrenamiento en Estados Unidos me atendieron muy bien”.

  Un poco de nostalgia le llenaba cuando comentó que “vendí mi reloj, un radio y otras pertenencias; y al día siguiente, 18 de Julio, abordé el vuelo de la línea aérea Sahsa, de Tegucigalpa a Miami, donde me reuní con mi esposa Margarita y mis cuatro hijos, que se habían radicado en Miami después del atentado que sufrí dos meses antes, en Mayo del 79, cuando me ametrallaron al salir de mi hogar”.

  Ya más relajado explicaba “estando en Miami y antes de pedir asilo, me ofrecieron un trabajo temporal en Honduras volando helicópteros. Siete meses después el proyecto finalizó, regresé a Miami y solicité mi asilo”.
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  Nunca lograron conocer si era con orgullo ó cinismo que decía que “fui el primer piloto de la Fuerza Aérea de la Guardia Nacional de Nicaragua que obtuvo todas las licencias para volar helicópteros en Miami. Si bien todos mis entrenamientos y cursos los había hecho en Estados Unidos y Panamá, no había tramitado licencias. No tuve dificultad para obtener todas las licencias. Me había graduado en Fort Locker, Alabama; en Wichita Fort, Texas; en Panamá hice cursos de sobrevivencia en la jungla, fuí instructor de aviación militar en Panamá”.

 Sus inicios le enumeraba “me gradué como piloto de prueba en la Sikorsky en West Palm Beach, Florida. Fuí el primero en América Latina en graduarse en Alabama, becado por Estados Unidos, en un curso de pilotear sin instrumentos, totalmente a ciegas”.
 Asumía esa experiencia de  él con la guardia de Somoza, pero nunca indicó lo del bombardeos a poblaciones civiles en el país “así que rápidamente obtuve empleo haciendo vuelos de turismo, fotografía e impartiendo instrucción a civiles en los helicópteros de Watson Island de Miami, hasta mi jubilación como piloto”.
  Indicaba que “cambié de rubro y trabajé hasta ser el Gerente de la empresa Precious Tiles, de Miami, que ofrece mármoles, granito y terrazos para la construcción y decoración».Cuando goce mi retiro, sueño con volver a Nicaragua. soy nativo de Siuna y criado en Puerto Cabezas.
 Historiaba también que  “después que el Capitán. Toledo alzó vuelo de regreso a la base de la EEBI con los tanques llenos de combustible de su helicóptero Sikorsky, decidido a salir al exilio, el LearJet del Gral. Somoza no levantó vuelo inmediatamente”.

 Agregaba que “hubo retrasos. el hijo mayor del General. Somoza, se resistía a salir de Nicaragua. Como Comandante de la EEBI, el Coronel Anastasio Somoza Portocarrero quería continuar la lucha, aún sin el apoyo del gobierno de Estados Unidos.”

 Recordaba  que ”los norteamericanos  había aplicado un embargo al gobierno de Nicaragua, bloqueándole armas, municiones, combustible y recursos financieros; pero el padre se impuso y forzó al hijo a presentarse al aeropuerto Las Mercedes, regañarlo y hacerlo abordar el LearJet que encabezó la flota de cinco aviones con familiares, generales de la Guardia Nacional y Ministros, rumbo a Miami”.

 Indicaba además  “cuando despegaron del aeropuerto internacional, ya clareaban las primeras luces del 17 de Julio de 1979”. Después supe que el político de Rivas, también dejó Nicaragua. Pero yo estaba preocupado por mi futuro y el de mi familia.

 No había Somoza y tampoco trabajaba ya para él- Toda la guardia estaba derrotada y desde Miami en imágenes veía al triunfante FSLN era el 20 de Julio de 1979, acompañada de un pueblo que siempre creí estaba féliz con los Somozas

 Feliz el pueblo??  Nunca fue así. Callaba por interés, miedo ó comodidad y ahora le esperaba un futuro que no encajaba lo dicho por el propio Somoza “van a arrepentirse y rogarán que vuelva” y su final fue su muerte en Paraguay. 

La vida siguió” afirmó el ahora fallecido en Marzo del 2011 protagonista de esta versión sobre la salida de Somoza Debayle del país y el manejo de las mentiras a los guardias, a los politicos que apoyaban y legitimaban el crimen, robo, exilios a los nicaragüenses.


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