LA NICARAGUA DE DOS HIMNOS

UN SEGUNDO HIMNO :LA MORA  LIMPIA DE JUSTO SANTOS.

 Un popular nicaragüense, llamado Justo Santos, que nació en Managua en 1925. Justo Santos es reconocido en Nicaragua, debido a su aporte musical que hoy en día forma parte de cultura y el folklore nacional.

Durante los años 50 formó parte del "Trío Los Pinoleros", con los que recorrió el país interpretando la música nicaragüense.

En 1952 participó en un concurso musical para celebrar los primeros 100 años de Managua, precisamente con su composición llamada "La Mora Limpia".

 En esa oportunidad, el jurado otorgó el primer lugar a otra canción. Sin embargo, la población la prefirió sin lugar a dudas.

Existen varias teorías sobre el nombre, algunos opinan que está relacionado con el camino de La Mora, utilizado especialmente para la traida de Santo Domingo, cerca de la Centroamérica y carretera a Masaya.

 Otros dicen que nació de la "limpia agostina de un árbol de mora"...La Mora Limpia no tiene letra, fue compuesta para ser tocada por guitarra. 

Lo bueno no perdura y Justo Santos murió asesinado el 7 de julio de 1958, a los 33 años de vida. Los que lograron conocerlo aseguran que era un hombre amante del arte y la música, por ello siempre acompañaba a su padre en los momentos de celebración.

Un celador lo mató a balazos en el mercado San Miguel. Ese día venía de tocar, pero se le ocurrió comprar algo de tomar sin imaginar que la muerte lo esperaba”, dijo Odilí Santos su hija, tiempo después.

JUSTO SANTOS  no tenía nada ni de justo ni de santo, porque era habitante indeclinable de la mesa donde los temas de la gracia secular aparecían en todos lo colores.

Su mora limpia es la hija pública y gloriosa que lo sigue nombrando, pero a través de la melodía frotaba por sus manos de requintista y no de la vocalización Justo Santos no degtustaba cantar.

El artista estaba hecho para renovar con el procedimiento de la rutina esas complacencias. El hábito de vagabundear en horas riesgosas lo expuso en la vida. El 7 de julio de 1958, cuando tenía 33 años de edad, un delincuente le disparó un balazo.

 No murió para siempre, Vivió para lo etrno con su “mora limpia” en lo que por supuesto no fue una ventura melódica. Nunca se supo quién fue el homicida.

Si se conoció su nombre procedió de las telarañas oscuras del asalto porque enemigos nunca tuvo. Lo que sí quedó consignado es que una deliciosa flor sembrada en una fiesta agostina germinó en toda Nicaragua: Mora Limpia.

La afinidad entre Justo Santos y Camilo Zapata se debe en gran parte a la forma magistral en que aquél como requintista punteaba “El solar de Monimbó”, algo que Los Pinoleros tocaban con irreductible emoción.

 Otros también los sabían interpretar: El Trío Monimbó, Los Nicaraos , Los Universitarios, aunque éstos con menos artes que la versión de Justo Santos.

 Camilo y Justo aprovechaban sus encuentros para darle los últimos toques a sones, principalmente los de Cuba indiscutiblemente nació el son base del  fuego erótico a las Antillas.

  Los dos les gustaban la música internacional. El son cubano, el nicaragüense, el pasillo, el bolero. Al analizarse comparativamente el son de perla caribeña con el nuestro se llegaba a una mezcla propia del calor nicaragüense.

 El Son nuestro no tenía si , esas temperaturas de cadencia caribeña pero si el alma y el orgullo de los indígenas, que manifiesta un tono moderado del alma o la alegría de ser nica.

  Para Camilo y para Justo Santos andar en el arte no tenía el descanso  de un paseo de  domingo: era una peregrinación obligada con sus bohemias formas de ser con toda su respectiva carga de complejos.

 Los dos tenían su estilo para la armonía siendo tierno como un poema de Becker o Hemiway con “el viejo y el mar” que nada contra la corriente en el proceso de la creación.

  Camilo Zapata es creador del “son” haya sido autor de cienes de canciones y Justo Santos se haya consagrado por una sola, ·la Mora limpia” lo cierto es que esa obra musical es hoy por hoy  nuestro segundo  himno nacional.

  Esa música inquebrantable en su campechanía y sabor a nacimiento , es una obra que Camilo admira con toda sinceridad: Mora Limpia lleva la métrica “camiliana”. Justo la punteaba cada vez que Los Pinoleros asistían a la fiesta de Santo Domingo.

   Justo Santos requinteaba  e Iban a un árbol de mora. O mejor dicho diluía  sus “penas y alegrías” en un árbol de mora.

 La Mora es productor de una fruta morada que no ofrecía tentación alguna de comerla, árbol que cuya madera se ocupaba para hacer cercos y donde el santo hacía una estación.

 Cuando la superficie del arbol de mora estaba limpia a punta de machete, ceremonia en el trajín de ir y de venir de La Sierritas, se aproximaban Los Pinoleros para hacer uso del derecho de tocar la guitarra y ensayar lo que más tarde habría de ser Mora Limpia.

En la Mora limpia su principal componente es la melodía, concedida para ser sólo música y no llevar letra, concebida para no ser cantada.

Igual que le pasó a Alfonso Córtez con el titulo de su poema “ventana” cambiado por Ernesto Cardenal a “un detalle” un Managua puso letra a “·la mora limpia”

  La ensució dicen unos. Bien dicen otros  Un hombre ilustre de Managua, el doctor Juan Velásquez Prieto, bohemio y jurisconsulto, radiodifusor y poeta, preciosamente para complacer sus antojos de poeta, le puso letra.

 Sigue si, en el gusto de viejos, jóvenes y niños y niñas nicaragüenses, la versión musicalizada de Justo Santo, su preferencia es  sin ninguna entonación vocalizada de letra alguna

  Hoy por hoy  pocos saben del que le puso letra al tema de la “mora limpia”· Puede ser que haya sido un ilustre de la Capital, pero el inmortal con su entonada en la guitarra era y es ahora en sus interpretes de guitarra Justo Santo.